Un investigador de la Universidad Internacional Iberoamericana (UNIB), el Dr. Juan S. Izquierdo, junto a otros investigadores, realiza un estudio sobre los síntomas persistentes de la infección del COVID-19 en mujeres embarazadas en Ecuador.
Luego de la primera ola de contagios masivos del COVID-19, muchas personas informaron que después de recuperarse, los síntomas de la infección permanecieron. Esta situación fue confirmada por un reciente estudio que sostiene que los efectos de este virus persisten en algunos individuos. Esta condición ha sido denominada condición post-COVID o Covid prolongada.
Pese a que se están realizando diversos estudios sobre el COVID-19 para comprenderlo mejor, es bastante difícil encontrar información sobre la persistencia de los síntomas de esta infección en poblaciones específicas. Tal como sucede en el caso de las mujeres que se infectaron durante el embarazo.
Gracias a los datos de anteriores pandemias e influenza estacional, se sabe que las mujeres embarazadas tienen mayor riesgo de morbilidad y mortalidad asociadas a infecciones. A consecuencia de los cambios en los sistemas cardiorrespiratorio e inmunológico en el embarazo que incrementan la susceptibilidad a infecciones graves y compromiso hipóxico.
Los estudios que se han realizado sobre los efectos negativos del COVID-19 durante el embarazo se han limitado a describirlos, no obstante, no se han estudiado las secuelas persistentes de esta infección durante el embarazo. En este contexto, el objetivo de esta investigación ha sido estudiar la naturaleza y persistencia de los síntomas de COVID prolongado en mujeres embarazadas y no embarazadas en Ecuador, para determinar si los síntomas persistentes en las mujeres embarazadas eran diferentes a los síntomas de las mujeres infectadas no embarazadas.
Resultados de la investigación
Los resultados de la investigación evidenciaron que los síntomas de COVID prolongado más habituales en las mujeres embarazadas fueron la fatiga, la caída del cabello y la dificultad para concentrarse. Así mismo, los resultados sugieren que los patrones de presentación de secuelas a largo plazo de la infección en mujeres embarazadas no difieren en gran medida de los síntomas que otros estudios establecen en la población en general. También se comprobó que las mujeres embarazadas que fuman tienen mayor riesgo de sufrir fatiga.
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